¿Hasta qué punto conviene personalizar la interfaz de tu Softswitch?
Personalizar un panel de gestión VoIP puede parecer una gran idea… hasta que dejas de encontrar dónde está el botón de siempre.
La flexibilidad de una herramienta como MOR Softswitch permite a cada operador adaptar su entorno de trabajo a medida. Pero esa capacidad, mal entendida, también puede dar lugar a paneles caóticos, errores humanos o barreras innecesarias para el crecimiento.
En esta entrada repasamos lo que realmente puedes personalizar en MOR y compartimos una reflexión honesta sobre cuándo hacerlo tiene sentido y cuándo no.
🎛️ ¿Qué puedes personalizar en MOR?
MOR permite personalizar su interfaz en distintos niveles. Estas son las principales opciones:
🔐 1. Control de permisos y visibilidad
Puedes definir exactamente qué ve cada usuario en función de su rol (administrador, operador, cliente, técnico…). Desde desactivar menús completos hasta ocultar campos concretos.
Esto es posible gracias a un sistema granular de permisos accesible desde la interfaz gráfica. Un ejemplo típico es cuando un cliente puede ver solo su saldo, sus tarifas y sus llamadas… mientras el administrador accede a todo, incluyendo configuraciones de billing, enrutamiento y estadísticas.
🧩 2. Personalización de menús
No necesitas dejar todos los menús activados “por si acaso”. Puedes adaptar el panel de cada usuario quitando funciones que no necesitas o agrupando las que sí en accesos directos.
Esto no solo mejora la experiencia, también reduce errores, especialmente con usuarios sin experiencia técnica.
🔗 3. Automatización y creación de interfaces externas vía API
MOR ofrece una API documentada y actualizada que permite desarrollar paneles personalizados desde cero.
¿Un ejemplo? Puedes crear una app web ligera para que tus clientes consulten el saldo, vean sus facturas o controlen su tráfico, sin entrar nunca al panel de administración principal.
Esto ofrece grandes ventajas:
Puedes usar tu identidad visual completa (marca blanca real)
Reduces puntos de fallo al limitar las acciones disponibles
Ofreces una experiencia mucho más amigable al cliente
⚖️ ¿Cuándo conviene personalizar y cuándo no?
Como casi todo en tecnología: depende.
✅ Cuándo sí es una buena idea:
Cuando tienes clientes no técnicos y quieres simplificarles el acceso.
Si deseas ofrecer un entorno marca blanca sin rastros de terceros.
Para evitar errores en tareas delicadas: facturación, rutas, límites de crédito.
Si el volumen de usuarios es grande y necesitas escalabilidad de roles y acceso.
⚠️ Cuándo es mejor tener cuidado:
Si personalizas tanto que rompes el estándar de uso interno.
Cuando tienes poco personal técnico y un cambio puede bloquear a todos.
Si no documentas las personalizaciones, pueden convertirse en un callejón sin salida.
Cuando la prioridad es la velocidad de resolución de incidencias: lo personalizado tarda más en diagnosticarse.
🧠 Nuestra recomendación
Empieza por lo esencial: define roles claros y oculta lo que no se usa. Luego, si tienes recursos y motivación, evalúa si construir una capa externa vía API aporta valor real (y retorno).
Menos es más. Personalizar con criterio puede mejorar mucho la experiencia. Pero personalizar por capricho o para impresionar puede traer más problemas que soluciones.